Para aquellos que crecieron en los años 90, Ranma 1/2 representa un tesoro nostálgico, una serie que marcó los recuerdos de innumerables infancias en Latinoamérica. Sin embargo, a diferencia de otros animes, esta historia culminó de manera apresurada y sin un desenlace definitivo, dejando a los fanáticos con un vacío en sus corazones. Años después, la razón tras este abrupto final fue finalmente revelada por su creadora, Rumiko Takahashi.
El manga de Ranma 1/2, creado por Takahashi entre 1989 y 1992, fue adaptado en un anime muy querido que ocupó la pantalla de televisión con sus innumerables episodios llenos de aventuras y risas. Sin embargo, como suele ocurrir con algunas adaptaciones, el anime de Ranma 1/2 estaba alcanzando la historia original del manga, dejando poco material para continuar la adaptación.
Hoy en día, la solución a este problema suele ser el "relleno", episodios exclusivos creados para prolongar la historia y dar tiempo al manga para avanzar. Sin embargo, en el caso de Ranma 1/2, esta opción fue descartada y el anime se detuvo por completo.
El conflicto se agravó aún más ya que Takahashi no había concluido el manga en ese momento, dejando a la productora de televisión en una encrucijada. Ranma 1/2 estaba compitiendo con series como Dragon Ball y Los Caballeros del Zodiaco (Saint Seiya), y la rentabilidad era un factor crucial. Esta situación llevó a la productora a tomar la drástica decisión de poner fin a la transmisión del anime, dejando su final inconcluso para la desconsolada comunidad de fans.
A pesar de este desafortunado desenlace en la pantalla chica, el manga de Ranma 1/2 sí logró completar su historia. Aunque el final nunca llegó al anime, los seguidores pueden encontrar este desenlace en el último volumen del manga, una reliquia para los fanáticos. Sin embargo, como era de esperar, este volumen se ha convertido en un objeto codiciado, con precios que reflejan su estatus de joya entre los admiradores.
A pesar de los obstáculos y el adiós prematuro en la televisión, Ranma 1/2 se ganó una comunidad considerable en Latinoamérica, dejando un legado imborrable en la memoria de sus seguidores. Aunque su final en la pantalla quedara inconcluso, su impacto perdura y se mantiene como un ícono nostálgico para los amantes del anime y manga.
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